La Guardia Civil, en el marco de la denominada operación 'Registro-22', ha detenido a una persona que trabajaba en el Registro Civil y el Juzgado de Paz de la localidad malagueña de Cuevas de San Marcos por la supuesta comisión de un delito contra la administración pública. Al parecer, el detenido cobraba por realizar gestiones del Registro Civil y del Juzgado de Paz que debían ser gratuitas, han indicado desde la Guardia Civil en un comunicado.
Los hechos comenzaron en el año 2005, cuando el ahora detenido comenzó a cobrar a personas y empresas que iban al Registro Civil y al Juzgado de Paz a realizar gestiones que debían ser gratuitas, tales como inscribir defunciones o nacimientos. Para hacer esa labor más creíble, el detenido expedía facturas en las que estampaba el sello oficial del Registro Civil del Juzgado de Paz de la localidad.
Fue el pasado mes de junio cuando el Juzgado Único de Archidona tuvo conocimiento de los hechos tras una denuncia interpuesta por una de las empresas afectadas, por lo que el titular del Juzgado ordenó al Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Antequera que investigara los hechos.
Tras las pesquisas, los agentes pudieron acreditar que una persona, valiéndose de su empleo en la citada administración habría cometido un supuesto delito de cohecho, procediéndose a su detención por tales hechos.
Durante la operación, al detenido se le aprehendieron tres blocks de notas con copias manuscritas de las numerosas facturas que había cobrado durante los últimos 17 años en los que estuvo realizando esta práctica ilegal.
Asimismo, los agentes también han podido determinar cómo esta persona había incrementado los precios que cobraba por estos servicios durante los últimos años, pasando de cobrar 15 euros en las primeras facturas a 78 euros en las últimas realizadas a lo largo del año 2022. Los agentes continúan con la investigación al objeto de averiguar si existen otros implicados y/o afectados en estos hechos.
Otro gasto más
La denuncia de los trabajadores sobre las cenas de Navidad: tan solo un 15% las pagan las empresas
Las cenas de empresa ya no son lo que eran. Los trabajadores se quejan de que estos eventos tienen precio de oro y que ya no los paga la empresa, sino que el dinero sale de su propio bolsillo.