La Policía Nacional detuvo a mediados de julio al dueño de un supermercado de Terrassa (Barcelona) acusado de explotar laboralmente a un compatriota suyo de origen pakistaní aprovechando que estaba en España en situación irregular, a quien obligaba a trabajar 14 horas al día y sin contrato. La víctima trabajaba los siete días a la semana, cobrando entre 200 y 400 euros mensuales por una jornada sin derecho a vacaciones ni a descansar, según ha informado el cuerpo policial en un comunicado.
Los agentes acudieron a principios de julio al supermercado de Terrassa junto con la inspección de trabajo y encontraron a un único trabajador, de carácter muy asustadizo y negando en un primer momento que fuera trabajador del establecimiento, aunque estuviera cobrando a varios clientes. La Policía Nacional, tras investigar el negocio, confirmó que el dueño del supermercado estaba, presuntamente, explotando laboralmente al trabajador, imponiéndole jornadas que superaban las 14 horas diarias y los siete días a la semana, sin contrato ni derechos como el alta a la Seguridad Social o las vacaciones.
La víctima llevaba al menos nueve meses trabajando en el supermercado, y en su jornada laboral no tenía apenas tiempo para descansar, ya que estaba obligado a comer tras la caja registradora cuando la afluencia de clientes fuera baja. El dueño del supermercado, ha destacado la Policía Nacional, se aprovechaba de la situación irregular en la que se encontraba la víctima en España para conseguir el máximo beneficio económico de su trabajo.
El trabajador no tenía arraigo familiar de ningún tipo en España y tenía una escasa formación, por lo que, según la Policía Nacional, se vio "prácticamente obligado" a aceptar las condiciones extremas que ofrecía el dueño del negocio. El responsable del supermercado pasó a disposición judicial y, tras prestar declaración, fue puesto en libertad.
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