Said Mechaout ha confesado a las autoridades italianas que mató a un joven de 33 años cuando caminaba hacia el trabajo porque "parecía muy feliz y no podía soportar su felicidad".
"Quería matar a un niño como yo, quitarle todas las promesas que tenía, alejarlo de sus hijos y sus parientes", declaró el joven, de 27 años de edad, según han hecho eco medios italianos como 'Torino Corriere'.
Mechaout ha confesado que compró un juego de cuchillos y se quedó con el mas afilado para cometer un crimen, aunque no tenía una víctima pensada. El hombre asesinado era un empleado de una tienda de la Piazza CLN, en Turín; tan solo llevaba desde diciembre viviendo allí. Su agresor había vivido en en el extranjero hasta enero, cuando regresó a la ciudad italiana.
El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, ha manifestado su condena al presunto asesino, de origen marroquí, a través de Twitter: "No hay palabras. Haré todo lo posible para que la familia del pobre Stefano obtenga Justicia".