Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han detenido a siete personas en una operación conjunta que ha permitido desarticular una red acusada de forzar en 15 años a unos 80 menores para producir vídeos y fotografías de pornografía infantil y distribuir más de un millón de archivos en todo el mundo.
Según han informado ambos cuerpos, entre los detenidos figura el supuesto líder del grupo, acusado también de ocho abusos sexuales a menores de 13 años, y que en sólo tres años ganó más de 80.000 euros distribuyendo previo pago archivos pedófilos a través de Internet y por vía postal.
La mayoría de los archivos de pornografía infantil que difundía la banda eran producidos por el propio grupo a través de la captación y explotación sexual de menores, que se encontraban en situación de riesgo marginal en Barcelona, Tortosa, en Tarragona, Valencia y Marruecos.
Además, la red también obtuvo y produjo imágenes de pornografía infantil en viajes realizados entre los años 2000 y 2015 en países como Sri-Lanka, Túnez, Camboya, Laos, Tailandia, Singapur, República Checa, Kenia, Francia, Java y Bali. Los Mossos y la Guardia Civil han podido constatar la existencia de al menos 80 menores víctimas de esta red, de los que 29 han podido ser plenamente identificados.
Para que los menores captados se desinhibieran, los miembros del grupo, al menos desde 2002 hasta 2016 en Barcelona, Tortosa, Málaga, Comunidad Valenciana y Marruecos, les hacían visionar documentos de pornografía heterosexual y les intentaban convencer utilizando a otros menores, alcohol y drogas, para fotografiarles y grabarles mientras mantenían prácticas sexuales.
La red planeaba crear en Marruecos un punto de explotación sexual mediante la venta de un paquete de vacaciones dirigido a pedófilos. La investigación se inició cuando la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), dependiente de la Generalitat, alertó a los Mossos al detectar una situación de riesgo en un centro residencial de acción educativa de Tortosa.
Los Mossos iniciaron una investigación, que permitió localizar un piso de Tortosa en el que supuestamente se estarían grabando escenas de pornografía infantil. Una vez recopilada toda la información, la Policía catalana entró en el domicilio, donde los agentes detuvieron a tres personas e intervinieron gran cantidad de archivos de pornografía infantil.
El juez envió a la cárcel a los tres arrestados. La Unidad Central de Delitos Informáticos de los Mossos empezó entonces a analizar todos los archivos incautados en el domicilio, lo que permitió detectar 28 dominios de Internet desde los que se distribuían más de un millón de fotografías y vídeos de pornografía infantil, así como más de 1.000 DVDs.
El análisis técnico de estos archivos llevó a los Mossos a concluir que gran parte del material de pornografía infantil difundido era producido por el propio grupo criminal a través de la captación y explotación sexual de menores en situación de riesgo.
Para identificar a siete de las víctimas del período 2000 y 2011, los Mossos d'Esquadra tuvieron que consultar más de 5.000 ficheros de protección de menores de Barcelona. Algunas de las que han podido ser identificadas han sufrido alteraciones en su madurez sexual, ya que tres de ellas han continuado manteniendo contacto con los autores y han sido utilizados en la producción de más pornografía infantil.