Con 86 y 92 años, Hilda y Hugo han tenido que pasar los peores días de sus vidas después de verse obligados a abandonar de su hogar. Estos ancianos argentinos no podía hacer frente al pago del alquiler y finalmente, el propietario del inmueble los echó.

Un hijo de la pareja se hizo cargo de ellos y les prometió que les encontraría una nueva casa, sin embargo, no ha sido así. El hombre les llevó a un restaurante y después de comer les dijo que debía salir un momento, pero que volvería pronto.

Las horas pasaron y los ancianos continuaban en el establecimiento de la ciudad argenita de Rosario sin que su hijo apareciera. Todo, hasta que finalmente el personal del local comenzó a preocuparse por ellos y después de siete horas avisó a la Policía.

Cuando los agentes llegaron al restaurante recogieron las pertenencias de los ancianos y se los llevaron a comisaría. Una vez allí, la Policía pudo contactar con otro hijo de la pareja, Raúl, que sí los ha acogido. "Queremos estar juntos bajo un mismo techo", han dicho los ancianos en declaraciones recogidas por el medio La Nación.

Además, Hilda y Hugo tratan de recuperar las escasas pertenencias que han perdido. "Me parece una falta de consideración, que entreguen las cosas a su sueño. Si no son todas, por lo menos lo más indispensable", apunta Hilda.