Una pareja de Almería denuncia que su hijo, de siete años y con síndrome de Down, fue atado a una silla cuando participaba en un campamento de verano. Los padres aseguran que los hechos tuvieron lugar durante al menos dos días consecutivos en un centro de ocio de la zona de Retamar-El Toyo de la ciudad andaluza.

El niño comenzó a acudir a dicho campamento, organizado por un centro de ocio, a mediados de julio. El padrastro del menor, Jesús S.E.O., ha asegurado que cuando fue a buscarlo el pasado 27 de julio, el niño estaba "atado a una silla y jugueteando con otra niña". "Cuando me vio aparecer, la niña lo desató y él se vino conmigo, me quedé un poco impactado pero pensé que era un juego de niños, no le di importancia".

El hombre asegura que el niño estaba sujeto con una "cinta larga, como las que se usan para atar palés, en la cintura y atado por detrás". Al día siguiente, los hechos se repitieron y encontró al niño "en la misma situación, apartado del resto de compañeros y con un monitor al lado". "Como el monitor me vio cambiar la cara, me dijo que era una manera de que el niño asociase que tenía que bajar las revoluciones", añade.

Esta misma explicación es la empleada por el dueño de la empresa, explica Jesús. "Me pasó por la cabeza de todo, pero me di media vuelta y no quise escuchar nada más, me fui a casa", asegura.

Tras narrar lo acontecido a su pareja y madre del niño, ambos decidieron que éste no acudiría al último del día del campamento, así como denunciar ante los tribunales unos hechos que consideran "humillantes" y esperan que "no se vuelvan a repetir" con ninguna otra persona.

Jesús ha dicho que el niño, que tiene un "retraso madurativo" y que ya participó en esta misma actividad hace dos veranos, se encuentra "muy bien", aunque mantiene que son él y su esposa quienes están "hechos polvo".