Domingo, 13 de julio

El corredor que salió volando en el penúltimo encierro de San Fermín: "No he visto el toro y de repente..."

El corredor que salió por los aires por un toro de La Palmosilla, la ganadería que protagonizó el séptimo y penúltimo encierro, es el navarro Fermín Sabalza, de 31 años, y llevaba siete años sin participar en los encierros.

Los toros de La Palmosilla, ya en la plaza de toros de Pamplona, después del séptimo encierro de San Fermín de 2025Los toros de La Palmosilla, ya en la plaza de toros de Pamplona, después del séptimo encierro de San Fermín de 2025EFE/Villar López

En el penúltimo encierro de San Fermín, multitudinario (en domingo), ocurrieron varias cosas: las autoridades sanitarias confirmaron varios heridos por asta de toro, algo que no había ocurrido nunca con los toros de La Palmosilla. Además, en estos Sanfermines, ha habido en general pocos corneados, afortunadamente. Pero además, hubo dos grandes sustos: uno de ellos fue el momento en el que un toro negro volteó por los aires a un corredor en lo que fue, aparentemente, el único derrote del encierro.

Ocurrió en el tramo de la cuesta de Santo Domingo, cuando un 'palmosilla' adelantado enganchó al navarro Fermín Sabalza, vecino de Villava. El corredor, no inexperto (aunque llevaba sin correr siete años), sufrió una cornada en el escroto y le han tenido que poner cinco puntos, pero salió por su propio pie del servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Navarra (HUN), al que fue trasladado inmediatamente después del encierro y donde le esperaba su familia.

"Me han recomendado reposo, pero me han dado ya el alta porque después de las pruebas salía que estaba todo lo demás perfecto", ha compartido con los medios de comunicación este navarro de 31 años. El problema de Sabalza fue que no supo cómo reaccionar porque, en el momento en el que vio hueco, se metió en medio de la manada: tomó como guía a los cabestros, pero en aquel momento, había un toro negro adelantado del resto.

"No he visto el toro. Me estaba guiando por los cabestros, que estaban más atrás, y se han apartado los compañeros. De repente lo he visto encima de mí, me ha agarrado entre las piernas y a volar", ha recordado. Lo que más le ha dolido ha sido la caída, aunque ha sabido reaccionar y orillarse hacia un lado, fuera del peligro. "Intentas ponerte en medio, y más en días como hoy, que hay mucha gente, arriesgar y ya sabes a lo que te expones", ha comentado.

Sabalza trabaja como guarda de medio ambiente y no corría desde el año 2018, debido a las oposiciones, sin embargo, llevaba tiempo en el que le picaba el gusanillo y el 11 de julio regresó con una buena carrera, lo que le animó a probar de nuevo.

Su pasión por el encierro le viene por su padre, también corredor, y desde el momento del incidente se ha sentido arropado por toda su familia: "Se agradece que esté aquí la familia, el peor trago es para ellos, al final yo estaba bien, en ningún momento pensaba que me había dado cornada, yo no notaba nada, el golpe sí, y luego la sensación de 'qué vergüenza', que he sido yo, pero bueno, ya he visto las imágenes y me las guardaré", ha sonreído Sabalza. Ha corrido con su hermano y un amigo, y todavía no sabe si volverá de nuevo al encierro. "Habrá que valorarlo", ha dicho con una carcajada.