El miedo y la desconfianza se han instalado en los alrededores del vertedero de Zaldibar, en Bizkaia. Más de dos semanas después después del derrumbe, la búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos continúa sin éxito. La maquinaria ha sido trasladada para comenzar a buscar en una nueva zona donde podrían estar los dos cuerpos sepultados.

Mientras tanto, se van conociendo novedades en torno a las supuestas irregularidades sobre la gestión del vertedero. Según las últimas publicaciones, la empresa responsable del mismo reconoce que sabía de la existencia de grietas en el vertedero y, aun así, mantuvo su actividad.

A la incredulidad de los familiares se suma el malestar de los vecinos, que dicen sentir picores y molestias. Muchos de ellos, por miedo, siguen sin ventilar sus casas. "No me puedo creer que esto siga así", asegura una familiar de uno de los desaparecidos, tras 16 días sin saber nada de ellos.

"No podemos beber agua, no podemos salir a la calle", lamenta una vecina de la zona. "Soy muy sensible de garganta y tengo la garganta seca", protesta otra mujer. Otro vecino explica que vive en un octavo piso y se ve también obligado a "tener las ventanas cerradas, sin ventilación".