Un niño diabético ha sido tratado como un terrorista en la Torre Eiffel tras sospechar los guardias de seguridad de su bolsa para guadar la bomba de insulina. La familia de cinco miembros austriaca, estaba de turismo en la capital francesa.
Un guarda de seguridad estaba revisando las mochilas de la familia en busca de armas y explosivos cuando localizó la bomba de insulina en el interior del bolsillo de uno de los hijos, Samuel, de 14 años, según informa The Local.
El pequeño sufre de diabetes tipo 1 y por esa razón, debe inyectarse varias veces al día utilizando una bomba de insulina. Además, debe portar un parche de insulina en el brazo. "Incluso han dañado una jeringuilla estéril de emergencia, que estaba todavía en el paquete", se ha lamentado la madre del menor.
A pesar de que el padre de Samuel mostrara la tarjeta médica internacional que certifica la diabetes del pequeño, no fue suficiente para que los guardias permitieran el acceso a la conocida torre.
Después de los ataques terroristas que han sacudido Francia, el país ha incrementado las medidas de seguridad. "No queremos que otros niños enfermos experimenten un hecho similar", ha afirmado la madre de Samuel, que al llegar a Austria ha escrito una demanda a la embajada austriaca en París.