La Audiencia Nacional ha condenado a Hacienda a indemnizar con 6.000 euros a unos novios después de que dos funcionarios irrumpieran en su boda y les amenazaran con suspender la celebración por una deuda que la empresa encargada del catering tenía con el fisco.
Los hechos ocurrieron en junio de 2019, en Badajoz, cuando los funcionarios se presentaran en pleno banquete, ante un centenar de invitados, diciendo que venían "a embargar la boda" y reclamando a los novios que firmaran unos documentos, bajo amenaza de "parar" la celebración.
Hasta el lugar se desplazó incluso la Guardia Civil, a instancia de estos funcionarios, que conminaron a los novios a no abonar la cantidad que aún debían por el catering a la empresa que prestaba este servicio, sino a Hacienda. Pese a que la pareja les pidió solucionarlo en otro momento, se negaron y permanecieron allí unas cuatro horas.
Ahora, la Audiencia concluye que la actuación de los funcionarios fue "desproporcionada". En su sentencia, a la que ha tenido acceso laSexta, el tribunal advierte de que "no todo vale para que la Agencia Tributaria alcance sus fines" y añade: "La todopoderosa Agencia Tributaria tiene a su disposición medios más que suficientes para lograr el cobro de los impuestos sin tener que humillar a un deudor ante sus clientes" y sin "arruinar" a estos su boda.
Según el fallo judicial, la presencia de los funcionarios en el enlace "era perfectamente evitable", ya que estos podrían haber identificado a los novios antes de la boda para retener el crédito. Además, reprocha que se presentaran allí, "amedrantando a unos novios con 'embargarles la boda' y paralizarla" si estos no firmaban unos documentos que, además, nunca llegaron a mostrarles.
Así, la Audiencia censura la "falta de empatía" de los funcionarios, señalando que lo ocurrido constituye incluso "un abuso" en "un día tan señalado". "La deshumanización de los cobradores de tributos no puede permitirse hasta estas cotas", asevera el escrito. "Solo faltaba que la Agencia Tributaria se dedicase por sistema a invadir la intimidad de los ciudadanos en las celebraciones de bautizos, comuniones y bodas", agrega.
A juicio del tribunal, los afectados "tendrán para siempre un mal recuerdo de lo que pudo y debió ser uno de los días más felices de su vida", incidiendo en que ni siquiera pudieron cortar la tarta nupcial o servir el champán, mientras los novios se encontraban en un estado de "ansiedad, desasosiego e indignación".
Estos, concluye el tribunal, no tenían por qué soportar que "apareciesen en su boda, amargándosela, dos extraños, incluso intrusos, por la deuda tributaria que tenía con Hacienda un tercero", por lo que da la razón a los afectados, condenando a Hacienda a indemnizarles con 6.000 euros. Ello a pesar de que, según la sentencia, haber estropeado su boda "no tiene precio" y solicitar esa cantidad por los daños "no es desmedido, sino, incluso, escaso".
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