Los trabajadores de la Torre Eiffel no sabían lo que se iban a encontrar al entrar a trabajar a primera hora el lunes: allí, dormidos, estaban dos turistas, que se quedaron "atrapados" y acabaron pasando la noche, borrachos, en una de las atracciones turísticas más populares del mundo. Según confirmaron desde la gestión del monumento a la cadena CNN, los dos turistas, de nacionalidad estadounidense, tenían entradas para visitar la torre de hierro el domingo por la noche. "Debido a su excesivo consumo de alcohol, se quedaron supuestamente atrapados" allí.

El personal de seguridad fue el que encontró a los dos hombres, dormidos, antes de la hora de apertura de la Torre Eiffel, tal y como confirmaron desde la Société d'Exploitation de la Tour Eiffel (SETE), el organismo encargado de su administración. Una vez descubiertos, fueron "rápidamente" sacados de la torre y entregados a la Policía de París.

La SETE ha asegurado que presentará cargos por la intrusión de los turistas, aunque reconoce que ninguno de los dos supuso, en ningún momento, "una amenaza". "Como no se encontraron daños [en el sitio], se ha desestimado la multa por invadir un lugar cultural o histórico", ha confirmado la oficina de la Fiscalía parisina a la CNN.

Eso sí, como resultado de la pernoctación aparentemente involuntaria de los turistas, la Torre Eiffel no pudo abrir sus instalaciones al público hasta dos horas después de su horario de apertura habitual. Esta fue la razón por la que muchos turistas tuvieron que hacer frente a unas colas más largas de lo habitual para entrar en la que es la atracción más reconocible de la capital francesa.

Este incidente ha tenido lugar apenas dos días después de que la misma atracción tuviera que cerrar después de una falsa amenaza de bomba. La Torre Eiffel recibe, en verano, unos 25.000 visitantes al día.