El sistema educativo está demostrando tener bastantes carencias en cuanto a la corrección de los comportamientos rebeldes que, propios de su edad, experimentan los niños en las aulas. Por ello, un colegio de Baltimore, en Estados Unidos, ha decidido cambiar sus métodos tradicionales en busca de mejores resultados.

Los responsables del centro han decidido sustituir los castigos tradicionales por clases de meditación para que sus alumnos reflexionen sobre los errores que cometen. El colegio en cuestión es el Robert W. Coleman, y su director afirma que estos métodos consiguen mejores resultados que las reprimendas habituales o que los castigos inservibles.

Este método se ha puesto en marcha con la ayuda de la organización sin ánimo de lucro llamada Holistic Life, y, como aseguran desde el centro, los resultados son evidentes, ya que desde que se implantaron estos 'castigos' ningún alumno ha sido expulsado del centro. Además, esta revolución ha tenido una gran acogida entre los padres.