Isaac tiene cuatro años y se solía vestir de hada para jugar con su hermana pequeña. No sólo le gustaba este traje, también el de doctor, el de médico, el de veterinario, incluso el de Darth Vader. Sin embargo, ahora el pequeño ya no quiere usar ese disfraz porque cree que no es correcto.

Wendy Armitage, de 36 años, ha denunciado que el repartidor de una cadena británica de supermercados reprendió a su hijo cuando le vio vestido de hada. "Alguien tiene que apartarte y tener una conversación contigo, no puedes ser un hada, tienes que ser un superhéroe", fueron las palabras que el trabajador le dedicó a Isaac cuando fue a entregar un pedido a su casa y el niño le abrió la puerta disfrazado, según publica 'The Mirror'.

"Me decepciona que todavía haya gente en este mundo que plantee ese tipo de cuestiones y crean que tienen derecho a decirle a otra gente lo que pueden o no pueden llevar", declara Wendy. "Mi hijo se muestra desde entonces más reacio a llevar su vestido de hada, sólo se lo ha puesto una o dos veces cuando antes lo llevaba todo el tiempo”, añade.

Por su parte, la cadena de supermercados se ha disculpado y ha pedido a Wendy que les explique lo ocurrido para investigarlo.