En España en 2019 vivían un total de 721.556 inmigrantes menores de edad, de los que casi 147.000 lo hacían en situación administrativa irregular, lo que supone una tasa de irregularidad del 20,4 %: uno de cada cinco niños extranjeros crece sin papeles en nuestro país.

Es la estimación que hacen Save the Children y la Fundación Por Causa en el informe 'Crecer sin papeles en España' que han presentado hoy para ofrecer una fotografía actualizada e "inédita" de esta "población invisibilizada" y cómo sus derechos se ven recortados en salud, educación, vivienda o justicia.

Son muchas las situaciones que pueden provocar alguna irregularidad. Al contrario de lo que pueda creer la mayoría, solo por haber nacido en España no se adquieren los papeles. En España rige el 'ius sanguinis', de modo que los niños y las niñas que nacen aquí adquieren la nacionalidad de sus progenitores (salvo que no puedan por la legislación del país de origen de sus progenitores). También, un niño puede estar en situación irregular aunque sus progenitores no lo estén. Y una vez que el menor cumple lo 18 años, si sigue en situación irregular puede ser recluido en un centro de internamiento de extranjero e incluso expulsado del país.

"Estos menores viven un escalón por debajo del resto de niños"

Save The Children

"Estos niños sufren una triple vulnerabilidad: por ser menores de edad, migrantes y estar en situación irregular", ha denunciado el director general de Save the Children, Andrés Conde, que ha lamentado que estos menores "vivan un escalón por debajo del resto de niños" y ha reclamado su regularización como medida excepcional.

¿Cuántos son y qué edades tienen?

Más de la mitad de los 146.773 menores en situación irregular en España tienen menos de 10 años: 55.327 (el 37,7 %) tienen entre 0 y 4 años y 28.441 (14,8 %) entre 5 y 9. Cerca del 30 % (40.738) tienen una edad superior a 15 años y 22.268 (14,7 %) están en la franja de 10 a 14.

Las tasas de irregularidad en estos cuatro tramos de edad están por encima de la media nacional que incluye a los adultos (13 %) y subraya que la incidencia es más alta en el caso de los niños más pequeños (27,3 %) y mayores (23,5 %) que en las franjas intermedias.

¿De dónde proceden y dónde viven?

Tres de cada cuatro menores sin papeles proceden de América Latina: Colombia concentra los números absolutos más altos (25.226), le siguen Honduras (15.653), Venezuela (14.817) y Perú (11.436).

Según ha advertido una de las autoras del informe, Jennifer Zuppiroli, el progresivo aumento de la irregularidad en la infancia a partir de 2014 está en buena medida relacionado con el rechazo de las solicitudes de asilo presentadas por familias procedentes de esos países.

Los niños procedentes de África tienen un peso muy pequeño en la irregularidad, ya que, pese a que este continente es el origen del 43 % de los inmigrantes menores de edad residentes en España, solo concentra el 13 % (18.334) de los que lo hacen de forma irregular.

Las comunidades autónomas más pobladas aglutinan el mayor número de estos críos: Cataluña cuenta con más de 34.000; Madrid, más de 29.300; Comunidad Valenciana, casi 20.000, y Andalucía, 14.000.

El impacto del coronavirus

En España, la irregularidad administrativa es un fenómeno mayoritariamente sobrevenido por lo que los autores del informe advierten de que esta situación podría complicarse aún más como consecuencia de la crisis "devastadora" del coronavirus, la caída del empleo entre la población inmigrante y su impacto en los permisos de residencia.

"El tiempo corre en nuestra contra, nada se va a resolver por sí solo", ha alertado Gonzalo Fanjul, uno de los autores del informe. Además, ha estimado que el número de inmigrantes sin papeles en España podría verse incrementado en más de 160.000 trabajadores "en los próximos meses o años". A esa cifra, ha dicho, hay que sumarle unos 13.000 casos más de niños que podrían quedar en esa situación al ser rechazada su solicitud de protección internacional.

Las consecuencias de no tener papeles

Conde ha incidido en que la irregularidad precipita a estos menores a la pobreza y la exclusión social, y ha señalado que la probabilidad de riesgo de pobreza para un hogar con inmigrantes y menores a cargo es del 48 % frente al 14 % de uno con españoles. "Sus salarios son menores, sus empleos más precarios y les resulta imposible acceder a ayudas sociales como el ingreso mínimo vital", ha aseverado Conde antes de exigir que se permita a estas familias beneficiarse de esta prestación.

El acceso efectivo al derecho a la educación o a la salud de los menores sin papeles puede verse vulnerado por la falta de un permiso de residencia, de un NIE o de una tarjeta sanitaria, ha recalcado Conde.

El informe cuenta de la historia de Sheriff o de Sady, entre otros, y de cómo deben superar día a día su situación irregular. Sady tiene 15 años. Su madre, Elsa, cuida a una anciana con alzhéimer. Son de Paraguay. Elsa migró en 2011 a España, Sady llegó cinco años después. Ahora tienen un permiso de residencia temporal, pero no la nacionalidad, y Sady no puede salir del país sin su madre. La adolescente al principio no entendía que no podía irse de viaje con el instituto fuera de España. Sus compañeros de clase, tampoco. El miedo a las consecuencias afecta a su día a día.

La historia de Sheriff, de 17 años, es diferente. Llegó solo desde Gambia hace dos años y ahora reside en un centro de menores en Madrid. Sin opciones de formación por parte del centro, se buscó la vida para comenzar un curso de peluquería. En marzo de este año cumple 18 años, pero aún no tiene resuelta su situación administrativa. Quiere obtener un permiso de trabajo para poder ganarse la vida como peluquero y ayudar a su madre, que se recupera de una tuberculosis ósea en Gambia.

La regularización, parte de la solución

Ante esta situación, las organizaciones consideran que una regularización de las familias inmigrantes sin papeles con hijos reduciría "considerablemente" su vulnerabilidad laboral y social y supondría un "importante beneficio fiscal".

"La regularización es un as en la manga que han realizado los gobiernos durante toda la democracia", ha mencionado Fanjul, para quien "no hay nada" en las normas nacionales y europeas que impida la regularización: "Es difícil justificar que estos 147.000 niños no son una circunstancia excepcional".

Save the Children reclama también que se considere por ley como regulares a todos los menores sin papeles que viven en España, no solo a los niños inmigrantes que viajan solos, que se incluya la minoría de edad para obtener un NIE como no residente y un régimen jurídico específico que evite la irregularidad sobrevenida.