Dolors Bassa, consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, ha declarado que: "No solo es un honor tener a la persona más anciana de Europa, sino que creemos que el acompañamiento a las personas mayores es imprescindible en una sociedad que queremos de inclusión para todos los colectivos”.
Bassa ha remarcado la importancia de "tener el mejor sistema geriátrico posible, porque la vida es cada vez más larga". "Queremos apoyar a la persona más anciana de Europa, que reside en un centro geriátrico público, para que esté en las mejores condiciones y con todos los medios, tanto psicosociales como físicos", ha añadido la consejera.
El director del centro, David González, ha asegurado que la larga lista de espera para entrar en la residencia, de 80 plazas, no cesa de aumentar porque "la esperanza de vida se alarga y los internos viven más tiempo".
No es extraño que la media de edad del centro público sea de 89 años, ya que 34 de los 80 residentes tienen entre 90 y 99 años, mientras que cuatro personas que tienen 102, 103, y 104 años superan la franja centenaria, aunque aún están lejos de los 115 años de Ana Vela.
El centro público, una construcción de hace 22 años que está en perfectas condiciones, consta de dos bloques conectados entre sí, que facilitan también la comunicación entre los internos y el vecindario.