Caroline Gascón recuerda los buenos momentos que vivió con Vanessa y la describe como una niña con mucha vitalidad: "Desprendía una energía increíble, la recuerdo risueña, agradecida, educada, valiente y sobre todo muy buena niña".

También ha dedicado unas palabras a Rubén Maño, el asesino confeso de la joven: "Ese personaje que se odiaba tanto a sí mismo, hasta tal punto que debía herir a los demás para sentirse bien, pase un tiempo incomodo en la cárcel ". Pero la frase más sobrecogedora es cuando le desea su muerte: "La penitencia le regale momentos desesperados para que se provoque su propia muerte".

Para finalizar el escrito, Caroline manifiesta su apoyo a los familiares y amigos de Vanessa: "Jamás te olvidaremos, pequeña. Lo que el corazón guarda es eterno".