A los 13 años, Amanda empezó a experimentar extraños dolores."Yo solo pensaba en todo momento que necesitaba sexo, necesitaba tener un orgasmo. Todo el mundo pensaba que era una adicción sexual", explica Amanda a 'The Sun'. La madre, por su parte, no creía a su hija y pensaba que sólo eran excusas: "Los médicos nos dijeron que no era nada, creí a los médicos en vez de a mi propia hija".
Este trastorno solo afecta a mujeres y no tiene ninguna relación con la hipersexualidad o ninfomanía. Fue descubierto en 2001 por Sandra Leiblum y las mujeres que lo padecen, sufren dolores físicos, estrés y problemas psicológicos ya que se ven incapacitadas para hacer las tareas más rutinarias.
Los investigadores de la Universidad de Michigan están ayudando a Amanda. "Debido a que es un diagnóstico tan raro, y ha habido poca investigación, no sabemos exactamente lo que lo causa. Sospechamos que podría ser multifactorial pero tengo muchas esperanzas de que podamos mejorar su funcionamiento", declaró el profesor en Neurología Priyanka Gupta.
Esta afección puede afectar a cualquier mujer, y sus efectos pueden generar estrés por los dolores físicos y la incapacidad de poder realizar las acciones cotidianas del día a día.