El primer día de agosto trae altas temperaturas en el interior de la Península, y en varias zonas del centro y del sur se alcanzarán los 40 grados centígrados, aunque a partir del viernes el calor irá en ligero descenso.
Las zonas centro y sur de la Península experimentarán una subida "notable" de las temperaturas y se alcanzarán valores, por encima de la media habitual, cercanos a los 40 grados en Madrid, Andalucía, y Castilla-La Mancha, ha indicado un portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología -Aemet-, Alejandro Lomas.
Los cielos despejados y estas temperaturas elevadas, más "normales" en el sur de la Península, según Lomas, también afectarán al cantábrico oriental y Aragón.
Esta subida generalizada va a "durar poco por lo que no es una ola de calor", y a partir del viernes las temperaturas empezarán a descender ligeramente por el oeste.
En el fin de semana continuará esta disminución de las temperaturas, debido a la entrada de una masa de aire atlántica templada e inestable que irá empujando "muy lentamente" a la masa cálida procedente del norte de África.
La zona norte no se verá afectada por esta subida y en el oeste de Galicia, Asturias y Cantabria, habrá intervalos nubosos con alguna lluvia débil y dispersa, originadas por esta perturbación atlántica.
Pasado del fin de semana, las temperaturas recuperarán valores "más normales" y en principio, ha señalado Lomas, no hay indicios de otra "invasión de calor" para comienzos de la próxima semana.
Ante estas elevadas temperaturas, el Ministerio del Interior, en una nota de prensa, ha recomendado extremar las precauciones para prevenir los efectos de calor en la salud de las personas y para evitar incendios forestales.
Beber agua frecuentemente, limitar la exposición al sol y evitar realizar ejercicios físicos durante las horas centrales del día, son algunos de los consejos para reducir los riesgos de sufrir un "golpe de calor", que deberán tenerse más en cuenta en personas mayores o enfermas.
El Ministerio también recuerda que las negligencias provocan gran parte de los incendios forestales, por lo que se debe evitar arrojar cigarrillos y basuras en zonas de monte y terrenos próximos, en los que además está prohibido encender fuegos u hogueras.