Las fiestas son el momento propicio para que los excesos se cuelen en nuestra alimentación. En Halloween, tenemos las chucherías, huesos de santo o buñuelos, si nuestra apuesta es más patria. Poco después, llegan la corona de la Almudena en Madrid o los panellets en Cataluña.

Si a eso sumamos las cenas de Navidad anticipadas con amigos y compañeros y los deslices de los puentes, acabamos llegando al 24 de diciembre con un par de kilos extra.

Hemos pedido consejo a Rubén Bravo, nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, que nos ha dado las siguientes cuatro claves para evitar sustos:

  • Pésate una vez a la semana: siempre el mismo día. La idea es no cerrar los ojos ante lo que está pasando y poder ir siguiendo nuestra evolución con el fin de controlarla. Asegura Bravo que, según sus datos, hasta después de las Navidades "los españoles engordan entre tres y cuatro kilos de media".
  • No dejar los buenos hábitos: si haces deporte regularmente, sigue haciéndolo. Si comes bien habitualmente, sigue haciéndolo.
  • Esfuérzate un poquito más los días no festivos: esto también implica escuchar a tu cuerpo. Después de un atracón, te pedirá comida más sana. Hazle caso.
  • Disfruta con moderación: come despacio y, cuando haya sobre la mesa opciones saludables y opciones no tan saludables, elige más de las primeras que de las segundas.

Al final, se trata de hacer que la fiesta sea solo un día y no los 365 del año.