Con la llegada del calor

Bañarse donde no se debe: de la aventura al peligro evitable

¿Por qué es importante? Algunos baños improvisados no solo suponen un riesgo físico por la presencia de corrientes, piedras ocultas o saltos peligrosos, sino que además pueden salir muy caros. Las sanciones por bañarse en zonas no autorizadas alcanzan en algunos casos los 3.000 euros.

Bañarse donde no se debe: de la aventura al peligro evitable.

Con la llegada del calor, cualquier fuente, río o laguna se convierte en la tentación de muchos, pero algunos baños improvisados pueden salir muy caros. Además del riesgo físico, las sanciones pueden alcanzar los 3.000 euros.

Aunque algunas zonas de aguas cristalinas en montañas o parajes naturales parezcan idílicas, pueden esconder peligros: escalones ocultos, piedras, o saltos mal calculados que provocan accidentes al perder el pie. De hecho, según los expertos, el 50% de los ahogamientos se produce en zonas sin vigilancia y, en cuanto a los accidentes, la principal causa no son las corrientes, sino la imprudencia.

Carlos Alfonso, responsable de formación en la Federación de Salvamento y Socorrismo, ha recordado que la formación en salvamento debería impartirse desde los colegios y centros educativos, para prevenir este tipo de incidentes.

Por otro lado, en algunas zonas el riesgo no solo está en el agua en sí, sino también en su calidad. Hay áreas con aguas contaminadas o ubicadas dentro de espacios protegidos, donde el baño está prohibido para preservar la fauna y flora local. "Los ecosistemas acuáticos son frágiles", ha advertido el experto.

Incluso en las ciudades, donde en verano los niños se lanzan a las fuentes para refrescarse, está prohibido. La ordenanza de Barcelona, por ejemplo, lo impide y advierte de los riesgos para la salud que supone bañarse en estos espacios.