El ascensor en el que ha muerto una mujer en el hospital de Valme de Sevilla había superado todos los controles pertinentes el 12 de agosto pasado, sin que se detectaran deficiencias en el mismo que impidiesen su uso.

Así lo han explicado la consejera de Salud, Marina Álvarez y la gerente del hospital, Silvia Calzón, que han señalado que el elevador cumplía con toda la reglamentación legal, aunque la consejera sí ha precisado que se abrirá una investigación para aclarar las causas exactas que han provocado el accidente mortal.

"Ha sido un accidente rápido, inusual y trágico", ha dicho la consejera, mientras Calzón ha precisado que se está prestando atención psicológica a la familia de la fallecida, R.C.N., natural de de Dos Hermanas, que subía al ascensor para pasar a planta tras tener, por cesárea, a su tercera hija.

La niña, nada más nacer, fue trasladada a la unidad de neonatos del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, para ser tratada de una dolencia no grave, y allí está acompañada por una hermana de la fallecida.

La directora del hospital ha precisado que la ayuda psicológica se está prestando también al celador encargado de trasladar a la joven.

Este trabajador habría intentado cambiar de ascensor la camilla de la joven cuando observó que las puertas no se cerraban, pero antes de poder conseguirlo el elevador se puso en marcha.