La catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad de Oviedo, Carolina Martínez Moreno, lamenta el "trazo grueso" del debate público que se ha generado en relación al registro del sindicato Organización de Trabajadoras Sexuales.

Según esta experta, en términos legales y jurídicos, y dejando aparte connotaciones morales, los trabajadores sexuales, incluidas las prostitutas, no hacen nada ilegal. Por lo tanto, como trabajadores que son tienen derecho a crear un sindicato.

De esta forma, Martínez Moreno rechaza la identificación "grosera" que se hace en determinados foros entre trabajo sexual y trata o explotación. O entre trabajo sexual y proxenetismo, cuando se trata de cuestiones muy diferentes.

"No todo trabajo sexual es explotación y trata, aunque estas, por desgracia, se den con mucha frecuencia; ni muchísimo menos es lo mismo ser trabajador o trabajadora sexual que proxeneta", argumenta.

En cuanto a la prostitución, tanto desde el lado de las mujeres como de los hombres que la ejercen, Martínez Moreno ha dicho que "como mucho" se trata de una actividad 'alegal', es decir, que no está regulada.

Pero no es contraria a la ley, al contrario que el proxenetismo, que sí es una actividad ilícita y que incluso puede llegar a ser penalmente perseguible.

La jurisprudencia no sólo reconoce la legalidad de esos trabajos, sino que además también acepta la de las asociaciones que han creado la patronal del sector y que llevan funcionando años.