Katie Rough, una niña inglesa de siete años, fue encontrada en estado muy grave en un parque de la ciudad de York. Había sido brutalmente apuñalada en el cuello y el pecho y aunque los servicios de Emergencias procedieron a su traslado hasta el centro sanitario más próximo, falleció al poco.

Todo ocurrió en enero pero hasta ahora se desconocía quién había sido el autor de la agresión. Finalmente, tras meses de investigación, la Justicia inglesa ha acusado a una adolescente de 16 años de la muerte de la niña.

La agresora, cuya identidad se desconoce, ha admitido haber apuñalado en reiteradas ocasiones a Katie, según publica el Daily Mail. El brutal caso ha conmocionado a Reino Unido.