La anciana, que recibió el alta del Hospital Quirón de Pozuelo de Alarcón tras un cuadro de hipotermia, ha pasado la noche en el domicilio de unos amigos en Brunete.

El abogado Jesús Laborda ha insistido en que su defendida "no se va a quedar" en la calle, aunque tiene la intención de pasar esta noche así y parece que "es imposible quitárselo de la cabeza", ha manifestado.

El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón ha ofrecido a la mujer una plaza en una residencia privada de la localidad, costeada por el propio Ayuntamiento, pero lo ha rechazado, según explicó la alcaldesa, Susana Pérez-Quislant.

La mujer denunció en 2017 que su nieto vendió su casa, según ella, sin su consentimiento, al otorgarle un amplio poder notarial relativo a sus propiedades.

En julio de 2017 se celebró el juicio contra su nieto a quien acusa de estafa, pero finalmente éste quedó absuelto y los tribunales rechazaron los recursos de la anciana. "Me engañaron entre el notario, mi nieto y su socio. Firmé un poder notarial muy amplio", ha recordado.

Tras tener que abandonar su casa, Mary no quiso moverse de un banco cercano. "Llevadme donde queráis, pero no voy a una residencia", dijo la mujer a los medios. "Si me muero, a eso vengo, a morirme donde pueda. Llevadme arrastrada, pero yo no voy a un hotel ni nada", reiteró.