Pegar a alguien sale más barato que orinar en la calle. "Orinar o beber en la calle cuesta el doble de lo que ha costado agredirnos a nosotros", denuncia la víctima de una agresión homófoba.

En abril del año pasado, Gerardo y sus tres amigos homosexuales sufrieron lesiones en la cabeza, extremidades y cervicales. Ahora, la sentencia dictamina que su agresor solo deberá pagarles 250 euros a cada uno.

"Sale muy barato cometer delitos de odio", denuncia José Luis Sánchez, portavoz del Colectivo LGTB Arcópoli. La jueza de Madrid reconoce los insultos o agresiones pero no aplica el agravante de odio por homofobia aunque fue pedida por la acusación particular.

Desde las Asociaciones de Gais , lesbianas y transexuales esperan que este tipo de sentencias no desanime a denunciar y exigen que no se proteja más o menos al colectivo dependiendo de las diferentes leyes autonómicas.

"Es necesario un espacio de coordinación entre la Fiscalía y las fuerzas de seguridad del Estado", exige Cristina Moreno, responsable de comunicación de la Federación Española LGTB

Solo en Madrid, se han realizado 150 quejas por estos delitos en lo que va de año. En 2015 se duplicaron las denuncias de menores LGTB con respecto al año anterior.