Rodrigo Rato utilizó Mossack Fonseca para borrar el rastro de dos sociedades opacas después de acogerse a la aministía fiscal de Montoro. En 2013, en plena investigación sobre el fraude de Bankia, los asesores del exministro piden al despacho panameño que localice a los administradores de su sociedad Westcastle.

Dicha operación la realizan también con otra sociedad opaca, Red Rose. La firma de los testaferros es necesaria para liquidarlas, y son disueltas en 2013 y 2014, justo después de que Rodrigo Rato transfiriera casi 3,5 millones de euros a vivaway, la empresa con la que ha manejado todo su patrimonio en el extranjero.

El exvicepresidente reconoció Westcastle como propia ante la Guardia Civil cuando le tomó declaración, pero tuvo un 'fallo de memoria', ya que dijo haberla registrado a finales de los 90. Sin embargo, un documento prueba que el registro fue el 17 de diciembre de 1993, una fecha en la que Rodrigo Rato ni siquiera era ministro.

De su otra sociedad, Red Rose, Rato no dijo nada a los investigadores. La justicia española la buscó en el lugar equivocado, las Bahamas, pero la sociedad estaba registrada en Panamá desde 2005, cuando Rato todavía era presidente del FMI.

El Partido Popular se desmarca del exministro, y Pablo Casado ha recordado que lleva dos años sin ser militante. Además, Alfonso Alonso pide que dé explicaciones, "si puede". Él dice que no tiene ninguna sociedad en paraísos fiscales y, en un escrito ante el juez, se lamenta de que Hacienda ha iniciado una caza de brujas contra él.