El 65,7 por ciento de los españoles no tiene pensado ir de vacaciones este verano, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El sondeo del CIS señala que a un 40,8 por ciento lo que más le preocupa del coronavirus son los efectos sobre la salud, frente a un 34 que apunta a los económicos, aunque hay un porcentaje del 24,9 por ciento que admite que ambos efectos le inquietan por igual.

En este contexto, sólo un 27,2 por ciento de los españoles asegura que se irá de vacaciones frente al 65,7 por ciento que no las hará y un 7,1 por ciento que aún duda en esta encuesta cuyo trabajo de campo se hizo entre el 1 y el 9 de junio.

Dos semanas de vacaciones, por España, en segunda residencia y en coche

Además, el 58,5 por ciento de quienes se van de veraneo querrían medidas sanitarias adicionales que garanticen unas vacaciones más seguras ante el coronavirus. De ese grupo, la gran mayoría -por encima del 90 por ciento- apuesta por más recursos al sistema sanitario, reforzar los protocolos de seguridad en transportes colectivos y actividades turísticas o limitar aforo de piscinas y playas mientras que el 79,5 por ciento defiende el uso obligatorio de la mascarilla y el 69 por ciento aceptaría una APP para seguir la trazabilidad de los contagios.

De los que sí se van de vacaciones, el mayor porcentaje lo hará durante dos semanas, un 40,6 por ciento, con un 33,1 por ciento que se irá entre una y dos semanas, un 19,6 que lo hará una semana y un 5,1 por ciento que se marchará menos de una semana. El 90 por ciento de los que se van de veraneo lo harán por España y solo un 6 por ciento tiene intención de viajar al extranjero.

Más de la mitad -50,2 por ciento- apuestan por un localidad costera frente al 24,6 que se inclina por un municipio rural. El 27,8 por ciento de los veraneantes pasará sus vacaciones en su segunda vivienda, frente a un 26,3 por ciento que irá a un hotel o apartahotel y un 20,4 por ciento que alquilará vivienda.

El 82,9 por ciento de los veraneantes viajarán en su coche particular, y sólo el 3,4 por ciento usarán el tren, frente a un 13 por ciento que se decantará por el avión. El autobús sólo tienen pensado cogerlo el 2,2 por ciento