Veto a celebraciones musulmanas
Rufián, sobre Jumilla: "No los quieren rezando en el polideportivo, pero sí a 50 grados trabajando en el campo"
El contexto PP y Vox han acordado prohibir actos religiosos en instalaciones deportivas donde la comunidad musulmana de la localidad murciana celebraba sus festejos. El portavoz de ERC sentencia así la medida.

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El Ayuntamiento de Jumilla, liderado por el PP, ha aprobado una moción que restringe las celebraciones religiosas en espacios públicos, como el polideportivo, donde la comunidad musulmana solía celebrar eventos como la Fiesta del Cordero. Esta medida, apoyada por Vox, ha sido criticada por Gabriel Rufián, que ha señalado la hipocresía de permitir que los musulmanes trabajen en condiciones extremas en los invernaderos, mientras se impide celebrar sus tradiciones. La ministra Elma Saiz también criticó la decisión, advirtiendo que sin la población extranjera, que representa el 20% de los afiliados, las localidades como Jumilla colapsarían.
* Resumen supervisado por periodistas.
"No los quieren rezando en el polideportivo del pueblo, pero sí a 50 grados trabajando en los invernaderos del campo". Con este tajante y escueto tuit, Gabriel Rufián ha sentenciado este viernes la moción aprobada por el Ayuntamiento del PP en Jumilla, que en la práctica supone un veto a las celebraciones musulmanas en los espacios públicos del municipio murciano.
Allí, PP y Vox se han puesto de acuerdo para restringir el uso de las instalaciones deportivas, donde la comunidad musulmana de la localidad venía celebrando festejos tradicionales, como la Fiesta del Cordero. La dirección nacional de los 'populares', lejos de rectificar, ha avalado la medida, aduciendo que no va contra ninguna fe concreta, mientras la ultraderecha, envalentonada, quiere ir un paso más allá en su política islamófoba y ahora pide prohibir también el uso del veloen instalaciones públicas.
Y en este contexto, el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso ha querido poner de manifiesto la hipocresía de quienes quieren prohibir las celebraciones propias de la cultura islámica, pero están perfectamente conformes con que las mismas personas que la profesan lleven a cabo los trabajos agrícolas más duros, a menudo, además, en condiciones extremas.
En una línea similar, la propia ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, denunciaba este jueves que lo que se pretende con medidas como la adoptada en Jumilla es echar a una población sin cuyo aporte las localidades "colapsarían". "En Jumilla el 20% de los afiliados son extranjeros", incidía la titular de Seguridad Social.
Entre los 28.000 habitantes que tiene la localidad vitivinícola hay hasta 72 nacionalidades distintas. Una de las más numerosas es la marroquí, que representa en torno al 10% de la población y está asentada allí desde hace décadas.