El rey Juan Carlos, que ha reaparecido en la regata que lleva su nombre tras la intervención de corazón a la que se sometió a finales de agosto, ha confesado sentirse "bárbaro".
Es el calificativo que ha empleado para referirse a su estado de salud al ser preguntado por la prensa a la entrada del club náutico, donde la expectación era máxima, como muestra el aluvión de flashes con el que ha sido recibido.
El monarca, al que implantaron un triple bypass aortocoronario, no subirá a bordo del Bribón 500 Movistar, embarcación de la que es patrón, ya que ha asegurado que "es demasiado pronto", pero en todo caso ha manifestado y compartido sus ganas de volver cuanto antes a navegar.
El rey emérito llegó a Sanxenxo para acompañar este campeonato, que según el presidente del Real Club Náutico, Pedro Campos, reunirá a más de 200 barcos y a "lo más granado" de las diferentes clases, con la novedad este año de que la prueba será puntuable para el Trofeo Juan Sebastián Elcano con motivo del quinto centenario de la primera circunnavegación.
Don Juan Carlos ha entregado al alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, la grímpola de Hanko (Finlandia), donde la embarcación del rey emérito revalidó su título de campeón del mundo de 6 Metros.
Tras ganar el Mundial de Vancouver en 2017 y el Europeo de La Trinitè-sur-Mer (Francia) en 2018, el Bribón 500 Movistar ganó el título intercontinental de 6 metros el pasado agosto.
La grímpola funciona como testigo del campeonato, ya que las próximas citas de regatas tanto continental como intercontinental se celebrarán en Sanxenxo en 2020 y 2021.
En esta jornada, el rey Juan Carlos ha saludado asimismo a Miguel Lago, patrón de del Alibaba II, uno de los barcos que compite en la regata y también a varias personas que se encontraban en el lugar y que le han felicitado por su recuperación. La tarde del próximo domingo presidirá la entrega de trofeos de la regata tras su finalización.