El reloj sigue avanzando y el tiempo para la investidura de Pedro Sánchez se agota con una palabra que marca todo el tablero político: amnistía. Con la redacción del texto ya pactada entre PSOE y ERC, un acuerdo que incluye el traspaso de Rodalies a Cataluña y la asunción de parte de la deuda catalana por parte del Estado, la única incógnita que queda por despejar de la ecuación es ese acuerdo con la formación de Puigdemont.
Las partes implicadas mantienen el hermetismo propio de estas semanas, donde la información ha llegado a cuentagotas. Eso sí, el optimismo impera. Una de las declaraciones que más luz puede arrojar es la de Toni Comín, que instó a "mantener la calma" ahora que "las cosas están cerca".
"La discreción es fundamental para el progreso de las conversaciones", dijo. Y es que ese es el mantra de unas conversaciones que han movilizado a Jordi Turull y a Albert Batet a Bruselas, donde se espera que cierren los últimos detalles junto a Puigdemont. Antes, concretamente el viernes, reconocieron el "desencuentro" que habían tenido al negociar esta amnistía.
Por la parte socialista, el 87% de la militancia respaldaron los pactos de investidura de Sánchez, una consulta en la que han participado el 63,4% de los alrededor de 172.600 militantes socialistas llamados a pronunciarse. Hay una línea roja que parece estar sobre la mesa y es la vuelta de Carles Puigdemont a España, algo que "obviamente" tiene que ocurrir, como confesó la exconsellera de Presidencia de la Generalitat Meritxell Budó.
La realidad no es otra que no hay acuerdo, al menos a esta hora, por lo que Sánchez todavía no tiene los apoyos suficientes para ser investido de nuevo como presidente del Gobierno. Pero es que tampoco hay una visión única acerca del pacto PSOE-ERC, ya que desde la formación socialista hablan de acuerdo "de legislatura" y el texto habla de "estabilidad y negociación de buena fe de los Presupuestos". Junqueras, en este aspecto, tampoco aportó mucho a aclarar la situación: "¿Habrá Presupuestos? Bueno, siempre que nos pongamos de acuerdo en los Presupuestos. Si no, no".
Junqueras ya avisa al PSOE con críticas de Feijóo y Alfonso Guerra
Este domingo ha vuelto a hablar Oriol Junqueras, que ha lanzado un aviso al PSOE. "Si no cumplen, no será un pacto de legislatura", asegura en una entrevista en 'El Periódico', considerando su acuerdo con los socialistas como "el punto inicial de una negociación entre iguales".
"Este es un acuerdo de investidura y que la legislatura tenga continuidad o no dependerá del nivel de cumplimiento de los acuerdos. Si el PSOE cumple los acuerdos, llegaremos a nuevos acuerdos y es más fácil que la legislatura tenga continuidad. Si los incumple, pues será prácticamente imposible", explica.
La crítica ha venido de varios frentes, empezando por Alfonso Guerra y continuando por Alberto Núñez Feijóo. El histórico dirigente socialista considera que hay "cuestiones éticas" por encima de las jurídicas: ¿Lo merecen? ¿Diciendo que lo van a hacer otra vez y en mejores condiciones porque además les han quitado el delito del Código Penal? Es horrible en cualquier circunstancia, pero para satisfacer a unos delincuentes es tremendo".
Y Feijóo avisa a Sánchez de que no van "a pasar una". "Mientras sigan de la mano de la mentira, de la desigualdad y del privilegio nos van a tener enfrente, porque estamos al lado de la mayoría de los españoles", advierte el líder del PP, que cree que las promesas de Sánchez "son la nada".
Un Pleno del CGPJ muy controvertido
Mientras tanto, el lunes se celebra un Pleno trascendental en el Consejo General del Poder Judicial sobre la ley de amnistía. Si se celebra, habrá uno de los vocales que no acudirá: Álvaro Cuesta. Este vocal progresista avanzó que no asistirá "en conciencia": "No quiero ver mi nombre en la relación de asistentes".
Para Cuesta, este pleno es "improcedente e ilegal" y crearía "una desleal confrontación institucional con el presidente del Gobierno, los grupos parlamentarios y el Congreso de los Diputados". Para él, este Pleno es "una muy grave irresponsabilidad y podría contribuir, fomentar, promover o incitar la crispación política, social o institucional, generando alarma social, ataques a las Instituciones democráticas o desórdenes públicos".