Según el informe "La Privatización hospitalaria en Madrid, Balance de 10 años", tras la apertura de diez hospitales y el traslado de uno, mediante tres modelos privatizadores, los fondos públicos para pagar los cánones por la construcción, las cápitas por la población asignada y las derivaciones a centros privados desde los 'call center', "no han hecho más que aumentar".
Mientras, han "deteriorado los hospitales públicos", reduciendo el presupuesto de aquellos ubicados cerca de los "privados o semiprivados para favorecer a estos", como en el Hospital de Móstoles, ha dicho Marciano Sánchez Bayle, de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSPM), en la presentación del balance.
Los hospitales del modelo PFI, siglas en inglés de 'iniciativa de financiación privada', son los de Vallecas, Parla, Aranjuez, Coslada, Arganda, San Sebastián de los Reyes y Majadahonda (trasladado desde Puerta de Hierro), y tuvieron sobrecostes de "entre 7 y 8 veces sobre la alternativa de construcción y gestión pública".
Su construcción costó "701 millones de euros y el canon de alquiler fue establecido inicialmente de 158,2 millones, lo que supone en 30 años 4.746 millones", pero en 2010 la Comunidad los "rescató e incrementó el canon anual en 1.896 millones", con "actualizaciones automáticas", asegura el informe.
Los hospitales de Valdemoro, Torrejón, Rey Juan Carlos (RJC) y de Villalba son concesiones administrativas, modelo Alzira, con gestión sanitaria privatizada, durante 30 años con un canon anual de "actualización automática", y un coste por cama-año de 407.797 euros frente a 354.736 de los hospitales públicos.