Juntos hasta el final. Es lo que se desvela de la investigación sobre el asesinato de los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile junto al irlandés Rory Young en Burkina Faso. Un informe al que ha tenido acceso El País.

Justo hoy se cumple un mes del fatal desenlace. Según relatan, Fraile fue herido de gravedad. Desbordados por la potencia de fuego y la superioridad numérica de los yihadistas, los militares burkineses avisaron a los occidentales de que no podrían resistir mucho y que debían retirarse. Pero Beriain y Young se negaron a dejar a su compañero y se quedaron con él. Son las conclusiones de los investigadores tras interrogar a varios supervivientes para reconstruir las últimas horas de los reporteros.

Los cuerpos fueron hallados a la mañana siguiente con claras evidencias de haber sido ejecutados.

El convoy de Roberto Fraile y David Beriain había salido a las 9 de la mañana de la región de Natiaboani, en la provincia de Gourma (Burkina Faso) para rodar un documental sobre la protección de los elefantes y la caza furtiva. Junto a ellos iban otras 38 personas, entre agentes medioambientales y una escolta militar de seguridad. Se repartieron en dos camionetas pick-up y una docena de motocicletas.

A 60 kilómetros, en Pama, se pararon para grabar y hacer fotografías con un dron. Fue en este punto, en una carretera de tierra, con baches, rodeada de selva y a la altura de la reserva natural, donde el convoy sufrió el ataque yihadista.

Un soldado burkinés que formaba parte de la patrulla de defensa relató a la corresponsal francesa del diario Ouest-France que el combate que se prolongó durante más de tres horas.

Otros testigos, como un ciudadano suizo de la ONG de Rory Young que iba en la patrulla y logró escapar, relataron a los investigadores, según explica El País, que inicialmente la patrulla consiguió repeler el embate de los yihadistas, pero que estos les atacaron por tres flancos con armas pesadas, como ametralladoras PKMS de origen soviético, y los burkineses tuvieron que retirarse cuando empezó a escasear la munición.

Según relatan, los tres occidentales, que iban a bordo de una de las pick-up, habían bajado a tierra y Fraile estaba gravemente herido. Los militares instaron a Beriain y Young a huir dejando atrás a su compañero, pero no quisieron hacerlo y se quedaron junto a él.

Una versión diferente de la ofrecida por el burkinés al que entrevistó la corresponsal francesa, según el cual a los tres occidentales se les perdió la pista tras internarse en el bosque. Tras una intensa búsqueda con helicópteros, el Ejército burkinés localizó al día siguiente los cadáveres.

La investigación da por hecho que el ataque fue obra del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), una federación de grupos yihadistas liderada por el terrorista Iyad Ag Ghali y vinculada a Al Qaeda, que opera en Malí y la vecina Burkina Faso y lo reivindicó a través de un audio. El grupo también aseguró haber capturado las dos camionetas con metralletas, las motos y el dron que llevaba la patrulla atacada.

Este grupo recurre habitualmente al secuestro para pedir rescates pero la pregunta que se hacen los investigadores en este caso es por qué en esta ocasión optaron por asesinarlos. Una pregunta a la que aún no es posible dar respuesta.

Lo cierto es que aún quedan incógnitas por resolver. Tampoco se ha aclarado si el hallazgo de los cuerpos se produjo en el lugar del combate o los yihadistas los llevaron inicialmente consigo. Y aunque el Ejército burkinés lanzó a principios de mayo una ofensiva contra los grupos yihadistas, hasta ahora no hay noticia de que haya sido capturado ninguno de los implicados en el asesinato de Beriain y Fraile.