Gabriel Amat es, desde hace 20 años, el hombre más poderoso de Almería. Según cuenta el diario El País, esa posición de fuerza como presidente de la diputación y alcalde de Roquetas de Mar la podría haber utilizado en su propio beneficio.
Un informe de la Agencia Tributaria revela, por ejemplo, que el propio Amat habría autoadjudicado a una empresa familiar contratos de la tele municipal por 48.000 euros. Pero ese es sólo el último ejemplo de dos décadas de gestión que ahora se ponen en duda.
También cuenta El País que la familia de Amat pudo hacer negocio gracias a las palmeras de Roquetas. En concreto, su yerno, que se llevó 30.000 euros por hacer un inventario de todas ellas y colocarles a cada una un GPS.
Amat ya está imputado por un pelotazo urbanístico que también benefició a su yerno. Asimismo, la justicia se encuentra actualmente investigando si el todavía hombre fuerte del PP en Almería repartió dinero público entre un centenar de empresas de 50 familiares directos.