Tras presentar su nuevo libro "Decir no no basta" (Paidós/Empúries), la intelectual norteamericana ha indicado que no le corresponde a ella decir dónde debe haber nuevas fronteras, pero se ha mostrado partidaria del derecho a la autodeterminación de los pueblos, "un principio que, yo que soy del Quebec, defiendo si cuenta con el apoyo necesario".
A su juicio, este tipo de procesos deben ser "lo más democráticos posibles y legítimos" y ha dicho que el gobierno español, con "su respuesta incendiaria", ha provocado un incremento del número de independentistas catalanes.
Asimismo, ha subrayado que "arrestar a un gobierno elegido democráticamente no es aceptable, como tampoco lo es la respuesta de la Unión Europea". "Creo que se debería suprimir el artículo 155 y liberar a las personas que han sido encarceladas y llevar a cabo un proceso democrático y que el conflicto se solucione a través de la no violencia", ha puntualizado.
La autora de "No logo" ha apuntado que "cuando un movimiento no violento es contrarrestado por la fuerza, como pasó el día 1 de octubre, no es una buena señal" y ha agregado que para ella es "inimaginable" que el gobierno de Canadá "hubiera arrestado al de Quebec". Sin embargo, también ha dicho que "el choque que ha habido no ha sido por casualidad, ha sido creado, deliberado".
En otro momento de su intervención, ha sostenido que Mariano Rajoy "crea una atmósfera de crisis nacional permanente que hace que no se preste atención a los fracasos de su Gobierno, como el alto paro juvenil".
"Lo que hace con este cambio consciente de tema es desviar la atención de los fracasos de su gobierno centrándose en una retórica hipernacionalista", ha apostillado.
La escritora, por otra parte, ha avanzado que durante su estancia en Barcelona participará en un único acto público de apoyo a la alcaldesa Ada Colau, "una líder excelente, que ha sabido moverse en estos tiempos difíciles, alguien que sabe escuchar y que es una brújula moral para muchas personas, además de defensora de la causa feminista".