María Dolores de Cospedal ha hecho todo lo posible por borrarse de las quinielas, y seguirá en el Congreso. No obstante, a partir de ahora sentada en la bancada azul. La secretaria general del Partido Popular compatibilizará su cargo con el Ministerio de Defensa.

Con el PP sentado en el banquillo, Cospedal también ha tenido que lidiar con las tramas de Gürtel, Púnica, Taula y el que más le ha hecho tropezar: el caso Bárcenas.

Como portavoz del Partido ha dado la cara. Por ejemplo, cuando negó haber borrado los discos duros de los ordenadores de Bárcenas. Ahora, su carrera política avanza con la entrada del Gobierno.

Algunos miembros del partido ya han mostrado su apoyo a la nueva ministra de Defensa. "No veo incompatible ser ministro de Defensa y secretaria general", ha considerado Rafael Hernando, portavoz del grupo popular en el Congreso.

En su nuevo cargo, Cospedal compartirá poder con Soraya Sáenz de Santamaría, que, pese a seguir en la Vicepresidencia, deja el cargo de la Portavocía del Gobierno en manos de Íñigo Méndez de Vigo.