Los 1.600 prostíbulos que hay en España continúan abiertos porque no se enmarcan dentro del ocio nocturno, de modo que las nuevas medidas de seguridad contra la expansión del coronavirus no afectan a este tipo de negocios.

Sin embargo, estos locales dedicados a la explotación sexual cumplen todos los requisitos para ser un foco de contagio.

De hecho ya se han registrados brotes en varios clubs. En Alcazar de San Juan, en Ciudad Real, un prostíbulo se ha visto obligado a cerrar por un brote en el que 8 personas han dado positivo, y 4 están en seguimiento.

Rastreo más difícil

El problema es que el rastreo es especialmente difícil, ya que los establecimientos no están obligados a dar datos sobre sus clientes. Por eso las autoridades no se aseguran que todos los que hayan tenido contacto se vayan a hacer una prueba.

Otro caso se ha producido en otro local de Alicante, en el que se han detectado hasta 4 positivos según informa el diario 'Levante'. Uno de ellos sería una mujer obligada a prostituirse. El local se cerró cuando surgió el primer positivo y todos los trabajadores han sido sometidos a una PCR.

Más grave fue el brote en Rincón de Soto, en La Rioja, allí se detectaron 14 positivos a principios del mes de abril.

Pese al riesgo que suponen, este tipo de negocios mantienen abiertas sus puertas, ya que de momento no hay medidas que afecten a este tipo de locales.