Es la tercera vez en un año que Trillo es convocado a la sede del Foreign Office por la situación en Gibraltar, después de que en noviembre de 2012 fuese llamado por presuntos incidentes con barcos españoles y en agosto pasado por los registros en la frontera.
En esta ocasión la causa ha sido la presencia en el área que rodea al Peñón del buque oceanográfico español "Ramón Margalef", que ya había sido denunciada por las autoridades gibraltareñas, si bien España la considera "rutinaria" en "aguas propias y españolas".
Tres patrulleras de la Guardia Civil española protegieron al "Ramón Margalef" ante la presencia de barcos de Gibraltar, que le enviaron varias advertencias e intentaron que no llevase a cabo una actividad de prospección científica que el Ministerio británico de Defensa califica de "ilegal".
En un comunicado, el Ministerio británico de Exteriores indicó que ese buque "efectuó trabajos de prospección significativos en las aguas territoriales británicas de Gibraltar los días 18 y 19 de noviembre, durante 20 horas" y no se detuvo pese a serle requerido así por radio, al alegar que lo hacía "con permiso de las autoridades españolas y en beneficio de la Unión Europea".
El Foreign Office resalta que se produce "solo dos semanas" después de "las peligrosas maniobras" de una embarcación de la Guardia Civil que causó una "ligera colisión" con un buque de la Policía del Peñón, "poniendo vidas en peligro".
Ese supuesto incidente ya causó una protesta formal británica ante el Ejecutivo de Madrid el pasado día 4, si bien en esta ocasión Londres ha decidido elevar el tono y llamar al embajador español para transmitirle en persona su condena en un encuentro con el subsecretario permanente del Foreign Office, Matthew Rycroft.
"Estamos preparados para hacer todo lo necesario con el fin de proteger la soberanía, economía y seguridad de Gibraltar", agregó. Lidington consideró además que "va en interés de España, de Gibraltar y del Reino Unido que se eviten incidentes como estos que dañan las posibilidades de establecer diálogo y cooperación".
En su nota, el Foreign Office censuró que España "ha incrementado el nivel de las incursiones ilegales" en los últimos dos años, pues unos 40 buques "del Estado español" entran al mes en aguas gibraltareñas, cuando hace dos años eran apenas cinco.
Gibraltar considera que tiene jurisdicción sobre tres millas náuticas alrededor del Peñón, algo que no reconoce España, pues en virtud del Tratado de Utrecht de 1713 solo admite la soberanía gibraltareña sobre las aguas del puerto.
La última vez que el embajador español fue llamado a la sede del Foreign Office fue en agosto, cuando se incrementaron las tensiones entre el Reino Unido y España por los intensos registros fronterizos en Gibraltar, dando lugar a colas de varias horas.