La citación del empresario, que abandonó la vocalía en la Cámara de Comercio de Sevilla por este caso, se produce después de que la Fiscalía le denunciara por un posible delito de atentado a la autoridad o contra la libertad sexual y le reprochara que hubiera intentado "pisotear" la dignidad de la política.

Los hechos por los que el empresario ha sido citado como investigado se produjeron , cuando el presidente de la empresa Guadarte se abalanzó sobre Rodríguez, le hizo retroceder hasta un rincón, le tapó la boca y besó su propia mano como si estuviera besando sus labios, según la Fiscalía.

La juez ha citado al empresario tras recabar de la Policía posibles imágenes y testigos de lo ocurrido y rechazar que tuviera algún impedimento físico para ello, como alegó su abogado, han informado fuentes judiciales.

Además, la Fiscalía afirma que la conducta del empresario podría tener encaje en el artículo 173.1 del Código Penal, que castiga con penas de entre seis meses y dos años de prisión a quien infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral.

"En el supuesto que ahora se denuncia, se considera que el propósito principal que anima al autor es el de pisotear la dignidad de la persona ofendida con un acto, de contenido claramente sexista, que pretende demostrar y alardear de una repudiable e indefendible idea que preconiza la primacía del hombre sobre la mujer", afirma la Fiscalía.

La Fiscalía añade que "la muestra de desprecio, simplemente por esa condición de mujer, adquiere, en los términos que este se manifestó, mayor entidad y repercusión por las propias posibilidades de difusión de la vejación y por la cualidad de la destinataria".

Tras la denuncia presentada por Rodríguez, la Fiscalía entiende que el empresario, que pidió disculpas a la coordinadora general de Podemos Andalucía y renunció a su puesto de vocal en la Cámara de Comercio, la eligió como víctima "precisamente para reforzar el sentido humillante de la mofa". La Cámara de Comercio emitió un comunicado en el que consideró que estos hechos eran "ofensivos" hacia la diputada y "nunca deberían producirse".

El empresario denunciado, que admitió que "estaba ebrio" y dijo que se pasó "siete pueblos", calificó el incidente denunciado por Rodríguez como una "broma desafortunada" y aseguró que se sentía "totalmente avergonzado".

Muñoz Medina, de 72 años, es presidente de la empresa Guadarte, fundada por él a principios de los años ochenta en Alcalá de Guadaíra, en Sevilla, y que se dedica a la venta de muebles y objetos de decoración.