El juez del conocido como 'caso mascarillas', Adolfo Carretero, ha propuesto procesar a Luis Medina y Alberto Luceño por la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid en lo peor de la pandemia de COVID-19. En el caso de Medina, lo hace por estafa agravada y falsedad documental. Delitos que, en el caso de Luceño, se suman al de falsedad en documento mercantil y delito fiscal. Les exime, no obstante, del delito de blanqueo.

El auto, al que ha tenido acceso laSexta, recoge que la investigación policial "ha acreditado la falsedad" de los documentos elaborados por Luceño, que "incluso simuló la firma de San Chin Choon", el proveedor malasio de las mascarillas. Además, da cuenta de que se han encontrado "instrucciones por escrito" de Luceño a San Chin Choon acerca de las respuestas que tenía que dar a la Comisión Rogatoria librada a Malasia.

Asimismo, el documento alude a conversaciones con Chan Ben Kay, al que se denomina 'Anthony', para que dijera a San Chin Choon que había firmado varios documentos firmados por Luceño. Algo que, para el juez, "refuerza la falsedad de los mismos y el intento de ocultar el engaño que preside toda la operación de venta de material sanitario" al Consistorio madrileño.

El juez cree que Medina se aprovechó de su fama

Con respecto a Medina, el juez considera que las compraventas en las que intervino como intermediario "constituyen un caso de negocio jurídico criminalizado al haber engañado al Ayuntamiento de Madrid, ocultando con dolo unas comisiones excesivas para cualquier tipo de negocio", con falsedad de documentos mercantiles, "enriqueciéndose con ello y perjudicando al Patrimonio Municipal en bienes de primera necesidad", como eran en ese momento las mascarillas.

Además, el juez esgrime que Medina se valió "de su condición de personaje público y famoso, por ser hijo del Duque de Feria y de una afamada modelo y salir en las revistas del corazón y televisión" para obtener el contacto del primo del alcalde José Luis Martínez-Almeida y, en última instancia, de la responsable de la compra de material sanitario del Ayuntamiento, que pasó a su socio para que este iniciase las gestiones para ofrecer el material, "con manifiesta ventaja sobre otros posibles ofertantes".

El juez Carretero sostiene además que Medina "sabía que los documentos que presentó al Deutsche Bank para justificar el ingreso de su comisión no eran auténticos".

Luceño, "el auténtico gestor del negocio criminal"

En cuanto a Luceño, el magistrado le considera "el auténtico gestor del negocio criminal" en el que Medina participó "como facilitador". En este sentido, el juez sostiene que engañó a su propio socio en el reparto de esas comisiones "excesivas" y fijadas "unilateralmente", que a su vez ocultó al Consistorio y justificó con "documentación falsa".

Además, alude a una serie de correos electrónicos supuestamente enviados al juzgado por San Chin Choon, que se había negado a declarar en una anterior Comisión Rogatoria enviada a Malasia, y apunta que "podían haber sido elaborados" por el propio Luceño "para tener una coartada con lo declarado" ante el juez.

La trama se remonta al año 2020 cuando, en plena emergencia sanitaria por la pandemia, ambos acusados intermediaron en la venta de guantes y mascarillas al Ayuntamiento de la capital, una operación en la que se embolsaron comisiones millonarias.