El registro en la vivienda de Alberto Luceño halló una placa del CNI, así como tarjetas de la Policía y el Ministerio de Defensa,cuya veracidad ahora tendrá que ser analizada. Así consta en la pieza secreta del 'caso mascarillas', que se levantó este lunes y a la que laSexta ha podido acceder en exclusiva.
La Fiscalía Anticorrupción sospecha que Luceño, investigado por las millonarias comisiones que se embolsó por la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid al inicio de la pandemia, habría fabricado la carta de San Chin Choon, el proveedor malasio, enviada al juzgado y en la que les exculpaba a él y a su socio, Luis Medina.
Así, Anticorrupción justifica el registro por "la burda transcripción" español-inglés del supuesto mensaje de San Chin Choon, que "presenta varias incorrecciones gramaticales que evidencian que ha sido redactado por alguien que no solo no habla correctamente el inglés, sino que tiene el español como lengua materna".
Como ejemplo, cita la expresión "to Mr Alberto Luceño yes, to Mr Medina no", el uso de la palabra "indefension" -que no existe en inglés-, o el de la palabra "sojabean", cuando el término correcto sería "soybean".
Registros en la casa y la oficina de Luceño
De acuerdo con el acta de registro, en el domicilio del comisionista se halló "un portaplaca con placa de agente del Centro Nacional de Inteligencia", una tarjeta blanca y azul del CNI y foto del investigado y seis hojas con impresiones de tarjeta del CNI, DS, Ministerio de Defensa, Cuerpo Nacional de Policía y recorte CNI.
En la oficina de Luceño, por su parte, se requisó un archivador en cuyo lomo pone "mascarillas kn95, test antígenos y guantes nitrilo", un plástico con 14 páginas del Ayuntamiento de Madrid, pantallazos con conversaciones de WeChat y varios pendrives y discos duros.
Anticorrupción justifica además estos registros apoyándose en que, mientras que el otro comisionista, Luis Medina, ha entregado mensajes y correos con diferentes personas al igual que otros testigos que han ido a declarar, Luceño aún no ha presentado nada que verifique su relación con el empresario malasio: ni mensajes, ni correos ni nada que certifique era agente único de la empresa Leno.
La Fiscalía además realiza un relato de los hechos con el que refuerza los indicios del delito de estafa agravada presuntamente cometido por Luceño, que conllevaría de cuatro a ocho años de prisión.