Patrimonio Nacional tiene un cometido específico: cuidar los bienes del Estado a disposición de la Corona. No obstante, esa función se lleva a cabo de forma descontrolada y con graves irregularidades en la contabilidad.
Es lo que denuncia un informe del Tribunal de Cuentas de 2013 que ha destapado el diario El País. "La gestión de Patrimonio Nacional es desastrosa, puede haber delito", considera José Hernández, periodista de 'El País'.
Por ejemplo, altos cargos cobraron hasta 900 euros por cada reunión del consejo a las que luego no asistían. También se detalla cómo las ventas de entradas a museos o palacios no se correspondían con la caja, o se troceaban contratos que se adjudicaban siempre a las mismas empresas.
"Se alquilaban espacios de Patrimonio Nacional a precios irrisorios, inferiores a tres euros", señala Hernández. Patrimonio Nacional también gestiona monasterios u obras de arte que luego no están reflejadas en ningún inventario. El organismo, presidido en 2013 por José Rodríguez-Spiteri, asegura a laSexta que siempre han actuado dentro de la legalidad.