El Rey advierte de que la austeridad debe ser compatible con el crecimiento y la protección de los derechos sociales y, frente al desapego de los ciudadanos hacia las instituciones, reivindica la política como instrumento necesario para salir de la crisis y alerta contra quienes intentan "dividir".
En su tradicional mensaje de Navidad, Don Juan Carlos ha dedicado gran parte de sus palabras a reflexionar sobre la "grave crisis económica" que atraviesa España, con "una intensidad, una amplitud y una persistencia en el tiempo que nadie imaginaba", hasta el punto de que los españoles viven "uno de los momentos más difíciles" de la reciente historia del país.
"Las renuncias de hoy han de garantizar el bienestar de mañana en un plazo razonable de tiempo, de manera que se asegure la protección de los derechos sociales", ha recalcado, antes de proclamar: "La Corona es muy consciente del esfuerzo y el sacrificio que los ciudadanos están llevando a cabo con entereza; ningún esfuerzo en la vida es baldío y tampoco lo serán los que se están haciendo ahora".
Confianza, familia y jóvenes han sido las palabras más reiteradas y enfatizadas durante su intervención, en la que ha elogiado la actitud "abnegada y leal" de las familias ante la crisis, ha lamentado la "inseguridad y desánimo" que provocan en los jóvenes las "inciertas perspectivas de futuro" y ha animado a los españoles a reaccionar con una demostración de confianza.
Este es el primer mensaje navideño en el que el Rey no menciona el terrorismo, después de que hace más de un año ETA anunciara el cese de su actividad, y también el primero en que se dirige a los españoles desde su despacho, de pie ante su mesa de trabajo, en lo que supone su reaparición institucional cuando ha transcurrido un mes desde su última intervención quirúrgica en la cadera.
En un mensaje más breve que otros años, el jefe del Estado ha expresado su preocupación por el desapego de los ciudadanos hacia las instituciones y ha reivindicado la importancia de "la política con mayúsculas", basada en "la ética personal y social", para salir de la crisis, porque "no todo es economía".
"No ignoro que la política no vive hoy sus mejores horas en la percepción de los ciudadanos; por esta razón, yo quisiera esta noche reivindicar la política", ha subrayado, tras precisar que, frente al pesimismo y al conformismo, "cabe encontrar nuevos modos y formas de hacer algunas cosas que reclaman una puesta al día".