La fragata británica 'HMS Westminster' ha llegado a la base naval de Gibraltar después de escoltar hasta la base aeronaval de Rota (Cádiz) al portaaviones 'HMS Illustrious' para participar en las maniobras 'Cougar 13' en el Mediterráneo.

La fragata de la Royal Navy ha llegado al Peñón acompañada de dos buques de apoyo, que no han entrado a la base militar gibraltareña, según han informado fuentes policiales. El buque ha hecho escala en la colonia británica en unos días en los que la tensión por el contencioso va en aumento, después de que el Ejecutivo de Fabian Picardo lanzase al caladero unos 70 bloques de hormigón que impiden faenar a los barcos pesqueros españoles, lo que motivó una protesta en aguas del Estrecho de Gibraltar en la que participaron unas 40 embarcaciones.

La fragata, de la clase Duke, tiene un peso de 4.900 toneladas, 28 nudos de velocidad máxima, 133 metros de eslora y 16,1 metros de manga, está equipada con 32 misiles antiaire, ocho misiles antibuque y dos torpedos antisubmarinos. Aunque se trata de un ejercicio militar, fuentes políticas del Campo de Gibraltar entienden que la llegada de los barcos de guerra "no se produce en el mejor momento", dada la escalada de tensión que se vive estos día con la colonia.

Reino Unido había solicitado previamente que su portaaviones hiciera escala en el puerto de Rota y España así lo autorizó, como corresponde entre "países aliados". Hace un par de años también se autorizó una maniobra similar a ésta.

Además, el Gobierno británico aclaraba que las escalas ya estaban previstas y que la presencia de la 'Royal Navy' en Gibraltar no guarda ninguna relación con las disputas diplomáticas de los últimos días.

Los buques británicos que quieran ir a Gibraltar no necesitan solicitar permiso a las autoridades españolas, más allá del denominado aviso de 'paso inocente', que no tiene que comunicarse con mucha antelación.

No obstante, los buques de guerra que atraquen en Rota no podrán hacerlo inmediatamente después en Gibraltar al existir un convenio que prohíbe que un barco que atraque en un puerto español tenga como su siguiente escala el Peñón, y viceversa.