El agujero vino cuando la parte saudí no soltó ni un euro. Eso sí, ella, como intermediaria, se llevó su comisión: casi 4 millones de euros.
Fue durante un viaje del rey de Arabia Saudí a España. En el palacio de El Pardo y con don Juan Carlos de anfitrión, se forjó una alianza millonaria que sólo le salió bien a una persona: la princesa Corinna.
Cuenta el diario El Mundo que la princesa Corinna convenció a catorce grandes empresas españolas para comprometer 150 millones de euros que sumados a los 750 de Arabia Saudí servirían para crear un fondo para invertir en Energía e Infraestructuras, el problemas es que el dinero de este país nunca llegó.
“El riesgo que se tiene en determinadas regiones del mundo es que la seguridad jurídica brilla por su ausencia, entonces las reglas del juego son distintas, y las aceptas o no las aceptas”, explica Balbino Prieto, miembro del Club de Exportadores e Inversores.
Las empresas españolas decidieron retirarse pero no gratis, salir del fondo les costó 12 millones de euros de los que una tercera parte, cuenta El Mundo, se dedicaron a pagar la comisión de la princesa Corinna.
Buen negocio para ella pero bastante ruinoso para empresas como Villar Mir o Cajamadrid que fueron las que más perdieron, dos millones y medio cada una.