Tras el acto electoral, algunos manifestantes que estaban realizando un escrache lanzaron piedras y botellas al coche en el que se trasladaba el ministro de Hacienda y la líder del PPC, a los que impidieron el paso, por lo que tuvieron que buscar una vía alternativa.

La segunda calle estaba también bloqueada con unos maceteros y hasta que se retiraron se vivieron momentos de tensión entre los antidisturbios y los manifestantes, que les gritaron insultos como "fascistas" e intentaban golpear el coche.

Los manifestantes violentos, algunos de los cuales portaban banderas anarquistas, independentistas y símbolos a favor de los presos de ETA, se habían mezclado con miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).

Los hechos se produjeron tras el mitin electoral cuando un grupo de personas lanzaron varios objetos y golpearon con un palo los vehículos oficiales. Los agentes se interpusieron entre los manifestantes y los vehículos para garantizar su seguridad y posibilitaron así la salida de las autoridades.

Uno de los manifestantes que increpaba a los vehículos fue detenido tras dar un golpe con un palo a uno de los agentes del dispositivo. La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.