La depresión convive con el periodista y escritor Anxo Lugilde desde hace 30 años, y la pandemia la agravó hasta el punto de querer suicidarse; como él mismo ha expresado, a la "búsqueda del mejor viaducto para precipitarme y morir, aunque tuve la suerte de tener un entorno familiar que me sacó del pozo". También la deportista de élite Victoria Cid tenía diagnosticada una depresión.

Aun así quiso prepararse para los Juegos Olímpicos. El problema, en este caso, fue que la cabeza le impidió llegar. "El año pasado fue el peor de mis 24 de vida. Este demonio coge muchísima fuerta y no puedes controlarlo". Y el periodista Quique Peinado padece de ansiedad. Lo puede contar, según ha explicado, porque otros lo han hecho antes: "Lo que ocurre con la salud mental tiene que ver sobre todo con el tabú y el estigma".

Según Peinado, su situación también ha cambiado: "Ahora no es tanto en la terapia que me traten, sino que yo sé lo que me pasa, y cuando yo empiezo a identificar eso pues sé cómo tengo que actuar". Son trastornos comunes, los que han expresado los tres en el encuentro organizado por el Gobierno para presentar el plan de acción de Salud Mental y COVID-19, que sufre parte de la población y que se han incrementado con la pandemia.

"Son múltiples los estudios que apuntan a que dichas consecuencias han sido importantes y nos acompañarán durante los próximos años", ha indicado la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Por ello, el líder del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha anunciado que dicho plan de acción estará dotado con 100 millones en tres años. Será un adelanto de la estrategia de salud mental para el próximo lustro.

Según ha expresado el propio presidente del Gobierno, es "hora de pasar del silencio al debate, y del debate a la acción". Este plan contemplará la creación de la especialidad de psiquiatría infantil y adolescente, así como una campaña para luchar contra la estigmatización de la salud mental. Porque, como ha recordado Sánchez, las condiciones de vida "aumentan el riesgo de padecer ansiedad, angustia, depresión, trastornos inclusos más graves...".

Se refiere Sánchez a trastornos graves como conductas suicidas. Para luchar contra ello se creará un teléfono 24 horas de atención y apoyo, entre otras medidas.