Aranda de Duero (Burgos) ha vuelto al confinamiento esta medianoche por tener una situación de transmisión comunitaria del virus. Es la tercera vez: la primera fue durante el estado de alarma; la segunda vez, en agosto (se acumulaban 203 positivos con 16 focos activos) y ahora de nuevo lo más de 32.000 vecinos de la localidad burgalesa tienen que pasar por esta situación. La tasa de incidencia es de 608 por 100.000 habitantes este martes.

Una orden de la Consejería de Sanidad, publicada este lunes en el Boletín Oficial de Castilla y León, recoge este confinamiento ante la situación epidemiológica de la localidad "que evidencia la necesidad de adoptar medidas de prevención que afectan a la movilidad y circulación de las personas, así como al desarrollo de diversas actividades que, por sus características, puedan favorecer la propagación del virus".

- Se restringe la entrada y salida de personas en el municipio de Aranda de Duero, salvo para aquellos desplazamientos, adecuadamente justificados, por motivos laborales o de salud. Además, no se permiten las salidas de los residentes fuera del recinto de la residencia de mayores salvo para acudir al médico y similares o situaciones de fuerza mayor.

- La asistencia a lugares de culto no podrá superar un tercio de su aforo y la asistencia a velatorios se limita a un máximo de quince personas en espacios al aire libre o diez en espacios cerrados, sean o no convivientes.

- Todos los establecimientos, locales comerciales y servicios abiertos al público no podrán superar el 50% del aforo permitido y tendrán como hora de cierre la legalmente autorizada, no pudiendo superarse en ningún caso las 22:00 horas.Desde esta noche, está en vigor.

Burgos capital, confinada a partir del miércoles

Burgos capital también queda confinado, según ha confirmado este lunes el alcalde Daniel de la Rosa en Al Rojo Vivo. En el caso de Burgos capital se publicará la orden este martes en el boletín oficial de Castilla y León y entrará en vigor este miércoles (afectando a más de 135.000 vecinos).

"Era inevitable. La semana pasada ya nos advirtieron que de no corregir la tendencia negativa nos veríamos abocados al cierre de la ciudad", apunta Daniel de la Rosa. El alcalde no culpa a nadie de este hecho e insiste en que "los burgaleses han hecho un ejercicio de responsabilidad". Entiende también que los ánimos estén bajos y defiende las "medidas duras" para contribuir a controlar la pandemia.

Ante el aumento de casos en Castilla y León, desde el pasado sábado rigen en toda la comunidad nuevas medidas como la prohibición de consumir en barra, de fumar en terraza o al aire libre si no hay dos metros de distancia, y las reuniones sociales y familiares se limitan a seis personas. En esta región están confinadas las capitales de Salamanca, León y Palencia; los municipios de Miranda de Ebro (Burgos), San Andrés de Rabanedo (en el alfoz de la capital leonesa) y San Pedro Latarce y Pedrajas (Valladolid), y con mayores restricciones Medina del Campo e Íscar (Valladolid).

Palencia y León, y la localidad leonesa de San Andrés de Rabanedo ampliarán en otros 14 días las dos semanas que llevan confinados. Así se recoge en las órdenes que publica este martes el Boletín Oficial de Castilla y León, que además incluye la ampliación en otra semana de las medidas más restrictivas, aunque sin limitación perimetral de la movilidad, de la localidad vallisoletana de Medina del Campo.