La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue víctima de graves insultos este jueves durante una de las manifestaciones de La Bonanova, en la que estaban elementos de ultraderecha y desokupa. "¡Pu** Ada Colau!", gritaron algunos de los asistentes, unas consignas sobre las que ya se ha pronunciado la alcaldesa de la ciudad condal.

"No debemos comprar el debate de la derecha y de la extrema derecha. Los partidos han entrado para intentar hacer campaña a expensas de La Bonanova, y siguiendo la corriente a un grupo con vínculos con la extrema derecha que ayer gritaban en masa 'pu** Colau' en las calles de la Bonanova", ha denunciado Colau.

Un amplio dispositivo policial, integrado por casi 380 mossos d'esquadra y urbanos, impidió este jueves enfrentamientos entre manifestantes a favor y en contra de los okupas en una tarde de alta tensión en la plaza Bonanova de Barcelona, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral.

Apenas 200 metros separaban a las dos concentraciones antagónicas: la convocada por grupos de apoyo a las casas okupadas de la plaza Bonanova El Kubo y La Ruïna, y la contraria a los "squatters", que reunió a algunos vecinos y, principalmente, a seguidores de la empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa.

En vísperas de la campaña, Desokupa había caldeado el conflicto vecinal en La Bonanova, en la parte alta de Barcelona, al anunciar que desalojaría por la fuerza a los 150 okupas que habitan en las casas El Kubo -tomada en 2016- y La Ruïna -en 2019-, aunque acabó renunciando a intervenir en los edificios y anunció que únicamente se manifestaría "al lado de los vecinos".

Esto obligó a los Mossos d'Esquadra a diseñar un dispositivo especial para impedir altercados, lo que movilizó a 300 agentes -desde antidisturbios a policías de paisano- y a otros 80 de la Guardia Urbana. Hacia las 19:00 horas, los agentes hicieron su primera intervención para desalojar la plaza y aislar en uno de sus extremos a un grupo de 150 personas que se había concentrado frente a las casas okupadas para protestar contra los 'squatters'.

Poco después, intentaron avanzar hacia la plaza dos columnas de manifestantes de signos antagónicos: desde la plaza Lesseps partían los pro-okupas, unos 600 según la Guardia Urbana, y por la calle Muntaner arriba han marchado los seguidores de Desokupa, medio millar, que corearon vítores a su líder Daniel Esteve e insultos a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mientras cantaban "a por ellos".

Los manifestantes prokupas, muchos de ellos con el rostro cubierto, llegaron a las casas okupadas, no sin antes protagonizar un leve incidente con una línea de antidisturbios que cargaron contra algunos manifestantes para impedirles el paso por una calle que la policía había decidido cerrar.

Con las cabezas cubiertas con cascos de moto y atrincherados tras vallas metálicas, los okupas de El Kubo y La Ruïna, que lucían un cartel con el lema "Gobierne quien gobierne, seremos ingobernables", recibieron a los manifestantes entre gritos de solidaridad y consignas anticapitalistas. A su vez, algunos vecinos dirigieron insultos a los okupas desde las ventanas de sus casas, a lo que los manifestantes anticapitalistas respondieron con consignas como "gente sin casa y casas sin gente" o "dónde está Desokupa".