Los atentados de Cataluña siguen despertando recelos entre instituciones y fuerzas de seguridad. Los líderes independentistas encarcelados han publicado una carta en la que defienden el trabajo de los Mossos, aunque denuncian la "falta de colaboración del Estado y de otros organismos".

La relación del imán de Ripoll con el CNI, visitado por cuatro agentes cuando estaba encarcelado por tráfico de drogas, es utilizada por un sector del independentismo para levantar sospechas sobre el papel del Estado.

Desde el Gobierno evitan los reproches en público, creen que son contraproducentes. "La carta no ayuda a las víctimas de los atentados", afirma Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en Cataluña.

La otra parte, la Guardia Civil y Policía Nacional, se fijan en Alcanar, donde se produjo la explosión. Aseguran que faltó colaboración de los Mossos y que les impidieron entrar en el chalet. Unas deficiencias que ha reconocido por primera vez el exministro del Interior.

A un día de los homenajes, el Govern pide que se dejen a un lado los debates políticos, pero las asociaciones independentistas seguirán con sus homenajes, entre ellos a los políticos presos.