digno de una escena de csi
Ni vasos, ni sillas, ni colillas, ni rastros biológicos: así hace desaparecer su ADN Kim Jong-un en cada viaje
Los detalles En la conmemoración del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Kim Jong-un se reunió con Putin y se viralizaron imágenes de sus asistentes limpiando la sala tras el encuentro.

Resumen IA supervisado
Kim Jong-un, líder norcoreano, es conocido por sus estrictas medidas de seguridad durante sus viajes. Para asistir a la cumbre de Pekín, viajó en su tren verde blindado, que incluía un baño privado para eliminar cualquier rastro biológico. Su equipo realiza una limpieza meticulosa para evitar dejar evidencias de su salud, como se observó tras su reunión con Vladimir Putin, donde se retiraron objetos que Kim tocó. Esta obsesión por la privacidad también se refleja en el uso de bolígrafos propios y baños portátiles. Curiosamente, Vladimir Putin adopta prácticas similares para proteger sus restos biológicos durante sus viajes internacionales.
* Resumen supervisado por periodistas.
Las obsesiones viajeras de Kim Jong-un no caben en una carry on. Para llegar a la cumbre de Pekín, el líder norcoreano viajó en su tren verde blindado, que incluso transportaba un baño privado diseñado para eliminar cualquier rastro biológico que pudiera revelar información sobre su salud.
Pero el protocolo de seguridad no se detenía allí. Se viralizaron imágenes que mostraban a los asistentes del líder norcoreano realizando una limpieza minuciosa: desde el respaldo de la silla hasta la retirada inmediata del vaso que había usado tras reunirse con Vladimir Putin, durante la conmemoración del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La escena, más cercana a una investigación forense o a los preparativos de un quirófano que al cierre solemne de una reunión diplomática, fue difundida en el canal de Telegram del periodista ruso Alexander Yunashev. "Después de las negociaciones, el personal que acompañaba al jefe de la RPDC destruyó cuidadosamente todos los rastros de la presencia de Kim", relató Yunashev. "Se llevaron el vaso del que bebió, limpiaron la tapicería de la silla y aquellas partes de los muebles que había tocado el líder coreano".
La explicación está en la obsesión de Kim Jong-un por su seguridad y su privacidad: nunca deja rastros biológicos que pudieran revelar información sobre su estado de salud o facilitar la obtención de material genético.
"La condición física del líder supremo tiene un gran impacto en el régimen norcoreano. Corea del Norte hace un esfuerzo particular por aislar todo lo relacionado con eso, como el cabello y el excremento", explicó un funcionario de inteligencia al medio japonés Nikkei.
No es la primera vez que Pyongyang adopta este tipo de medidas extremas. En viajes anteriores, el equipo de Kim ha limpiado minuciosamente sus habitaciones de hotel y recogido cada utensilio que utilizó, evitando cualquier rastro. El líder tampoco acepta bolígrafos ajenos, solo escribe con aquellos preparados por su delegación.
En 2018, Kim viajó con su propio baño portátil tanto a la cumbre intercoreana como a la celebrada en Singapur con Donald Trump. Un año más tarde, en su trayecto hacia Hanói para otro encuentro con Washington, fue grabado fumando en el exterior del tren mientras su hermana, Kim Yo-jong, recogía sus colillas para impedir que quedaran restos de ADN, según mostró la cadena japonesa TBS.
Una práctica que, curiosamente, no es exclusiva del régimen norcoreano. Vladimir Putin, con quien Kim se reunió en Pekín, también protege sus restos biológicos como si fueran documentos clasificados. Según revelaron los periodistas Régis Genté y Mijaíl Rubín, el Servicio Federal de Protección ruso recoge desde 2017 sus desechos en viajes al extranjero y los transporta en maletines especiales de vuelta a Moscú. En una visita a Francia, un grupo de seis guardaespaldas llegó incluso a escoltarlo hasta el baño; uno de ellos salió minutos después con un pequeño maletín en la mano.